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1 / Neblina lunar
Maravilloso azar iluminado el de la imagen que le permite al ojo absorto en las certezas palpar como tras una tela lo que la noche ya no puede ocultar y sin embargo nunca revelará sino solo dejándolo palpar tras esa tela. Nieve como metáfora de nieve… Sombras que se desprenden de otras sombras, sombras cubriéndose de nieve… A contraluz, allí donde aparecen las cosas que normalmente los ojos no ven, aun las ramas se tornan intocables. Sombras de sombras, no de cuerpos… Y en su multiplicación por sí solas, frente al ojo atento a los cambios de la luz, se multiplican también los cuerpos vacíos como otros vasos encendidos… Entre muñones de niebla, una vieja sombra vaga… Mientras otra, la ausencia eterna, apenas más oscura que la luz que la envuelve y en la que se disuelve en medio de las sombras, casi visible en su doble cuerpo, se yergue a punto de encarnar como otro espectro… Vistas en el lugar sin lugar del espejo oscuro las sombras revelan la carga que llevan oculta a la luz de la luna. En este aire denso que al perder su luminosidad se solidifica en torno a las sombras que separa, vagan como velos de niebla suspendidos en la luz velada… Y en el paso de un mundo a otro, el ojo toca, como un insecto que apenas si se posa, las granulosidades de una imagen cubierta literalmente de nieve.
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