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2 / Sombras profundas
Como una adivinanza imposible de ser siquiera imaginada, siquiera proferida desde el hueco profundo de una cabeza en blanco. Como un espejo roto del que cada fragmento añadiera un reflejo de un lugar y un tiempo distintos. A simple vista, bajo esta luz hipnótica, en la áspera visión que parece moverse todo el tiempo, la sombra es el testigo de aquello que nosotros desde afuera no vemos, de aquello que no podríamos ver. Procesión de sombras irreconocibles que se cruzan en su camino al infinito con otras sombras ya sin alas, que arrastran el cuerpo por el aire. Jirones de espejo que no caen, muestran en su confusa superficie las heridas abiertas a la luz, las cicatrices de una imagen contrapuesta que a la vez que está inmóvil, se da vuelta. En el reino de lo visible elemental sombras y reflejos donde también la vista se opaca para verlos. Y veo las nítidas huellas impresas en el vidrio detrás del cual miran las sombras, sedientas en el hielo, detrás del cual estoy mirando desde ahora, antes aún de cruzar el reflejo…
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